Lunes 12/12/2011 por I.Caamaño
Ley Sinde: la oposicion de los internautas la frena. Probablemente, el final de la legislatura de Zapatero les suene a la mayoría a crisis económica, pero no sólo ha sido este tema el que ha copado los debates desde las pasadas elecciones y uno de los asuntos que más ha interesado a los internautas ha sido el de la Ley Sinde. Como recordaréis, hace unas semanas se comentó en la red que el gobierno planeaba aprobar in extremis la ley, y durante bastantes días se reavivó en las redes sociales una polémica que aún hoy sigue tan de actualidad como el primer día.
El cambio electoral que vamos a vivir como resultado de las elecciones del 20-N ha comenzado a darnos temas de qué hablar aún antes de producirse oficialmente. Sin duda, uno de los temas que más polémica ha generado es el de la Ley Sinde, un reglamento que ha dado lugar a todo tipo de debates y críticas desde que comenzara a hablarse de él.
Algunos pensaron que con la crisis económica de telón de fondo, la polémica ley de González-Sinde pasaría a un segundo plano y no muchos esperaron que volvería a estar en el candelero durante los últimos días de gobierno de Zapatero.
Sin embargo, hace unas semanas nos levantábamos con la noticia de que el gobierno planeaba aprobarla in extremis y las redes sociales se convirtieron en un hervidero de dimes y diretes al son de los hashtag #redresiste y #leysinde. Ese día acabó sin que el reglamento se aprobara y apenas una semana después volvíamos a levantarnos con Twitter aclamando el no de los internautas a la aprobación.
Fue entonces cuando os comentamos que la ley finalmente no había sido aprobada y que Zapatero había decidido tomar esta decisión en base a las críticas recibidas por parte de algunos ministros. Pues bien, ahora sabemos más sobre lo que motivó la decisión del presidente y la verdad es que no nos sorprende demasiado. Estamos hablando de la red y de las críticas que los internautas hicieron circular a través de todo tipo de redes sociales. No hay duda de que estas plataformas se han convertido en un inmejorable altavoz social y, cualquier político o partido que quiera representar realmente a los ciudadanos no puede ser ajeno a ellas.
Este no es el final de la Ley Sinde, pero sí puede ser el comienzo de una nueva forma de concebir las redes sociales y la política. Los ciudadanos se han hecho con el mejor altavoz posible y saber utilizarlo para cambiar las cosas puede marcar la diferencia de cara al futuro.