El correo de empresas, riesgo legal y financiero. En varias ocasiones hemos hablado del riesgo que puede suponer para la privacidad de los usuarios un empleo inadecuado de sus correos electrónicos. Pero este no es, ni mucho menos, el único perjuicio que debe preocuparnos de nuestros correos, ya que uno de los problemas que más arrastran muchos usuarios es la recepción de mensajes no deseados o potencialmente peligrosos. Sin duda, todos conocemos y estamos familiarizados con este tipo de contenidos y su número, lejos de disminuir o estabilizarse, crece exponencialmente cada día.

En los últimos meses hemos tratado el tema de la seguridad de forma recurrente y, para reforzar la protección de nuestros equipos, hemos aconsejado distintos programas. En la red podemos encontrar todo tipo de soluciones de seguridad, desde antivirus gratuitos como Avast a herramientas anti-spyware como Spybot Search&Destroy.

Con todo, y pese a lo cuidadosos que seamos, son muchas las amenazas que nos llegan a diario a través de todo tipo de focos y uno de ellos es el correo. Este sistema se erige como uno de los principales a la hora de transmitir programas maliciosos o contenidos potencialmente dañinos.

Esta situación no se limita a los usuarios a nivel personal, sino que es también uno de los grandes problemas para muchas organizaciones. Esto es lo que se deduce de un estudio según el cual el 20% de los correos que salen de la red de empresas poseen información susceptible de poner en riesgo legal o financiero a la compañía.

Aunque las principales causas de fuga de información siguen siendo el robo de equipos o la pérdida accidental de ficheros, el correo electrónico se convierte en un factor muy importante. No en vano uno de cada cinco correos enviados se puede catalogar como de riesgo.

Sin duda, se trata de una cifra muy llamativa que nos alerta de los riesgos que conlleva un uso irresponsable del correo electrónico.